lunes, 31 de diciembre de 2012

Out of my mind


Bendito al que dijo “Pienso, luego existo”
Esa persona no tenía sentimientos, nunca sintió un impulso por nada.
¿Sería genial no sentir nada no? Que a uno simplemente todo le resbale.
Todo se convertiría en algo más fácil. Vacío, pero sencillo.
Pero esa sencillez se transformaría en monotonía, y uno se aburriría.
Entonces, ¿qué quiere uno? No sé, ser feliz y nada más, paz y tranquilidad, tal vez?
Para eso hay que pensar primero, Ja! Ahora entiendo la frase, pero es tan difícil!
Pero…es lindo no pensar y entregarse también, uno no puede ser calculador con todo.
Alguna reflexión con todo esto? No, un mar de confusiones me atormentan. Quizás, lo que se pueda rescatar es que un equilibrio con todo es la respuesta.
Premio al que lo logre, Ja!

Simplemente...nada


De qué me sirve el intelecto, sino para buscar algo lindo que decirte.
De qué me sirven estas manos, sino para acariciar esas suaves mejillas.
De qué sirve el hambre, sino para comerte a besos.
De qué sirven mis ojos, si ya no te ven.
De qué me sirven estas piernas, sino puedo correrte por los prados.
De qué sirve este corazón, si sólo late por inercia y no por escuchar latir el tuyo.
Tantas cosas que ya no sirven,  o están, pero sin importancia.
Tantas cosas que brillan por su ausencia.