lunes, 30 de julio de 2012

Calmarse

Tengo que hacerlo, yo puedo lograrlo. Debo probar otra vez. 
Escribo un insulto y lo borro, no te lo puedo decir. 
Son esas ganas que le vienen a uno de vez en cuando. 
Cuando lo que ve no le gusta. 
Pero nada se puede hacer, y menos a alguien que no lo merece. 
Maldita sea la costumbre de enojarme por poco. 
Y aunque el dolor sea mucho, cuando la desconfianza te invade. 
Darse cuenta que son solo pensamientos destructivos.
 Que no van ni vienen, pero ahí están, al acecho. 
Canalizar la ira con cada letra, cada palabra. 
Repetirse una y otra vez que es sólo la cabeza, la que nos juega bromas idiotas.
 Abrir los ojos, y volver a sonreír. 
La vida es muy corta como para ponerse mal por pequeñeces.
 Salir de mí mismo un rato, volver y estar feliz, solo eso necesitaba.

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